Es el lugar en el que el río Bruinen se cruza con el Camino del Este, y la entrada oeste a los territorios Elfos gobernados por Rivendel. En este punto, el río es ancho y poco profundo, con piedras sobresaliendo de entre las aguas espumosas. En la orilla este, el camino sube por una barranca escarpada y peligrosa. La ribera oeste es plana, con árboles achaparrados y rocas en la parte norte del camino. Con meteorología normal, el vado se puede cruzar fácilmente a lo largo de todo el año. Pero Elrond el Medio-Elfo tiene control absoluto del río, y es capaz de provocar crecidas súbitas con las aguas provenientes de deshielos. Entonces, el río se precipita con estrépito y arrasa el vado, pudiendo subir peligrosamente el nivel del agua, especialmente en la orilla oeste.

El día 20 de octubre de la Tercera Edad, Frodo huye hacia el vado desde el oeste montado sobre Asfaloth, el caballo de Glorfindel. Le persiguen cinco Jinetes Negros, pero al llegar al río, aparecen otros cuatro a su izquierda. Consigue cruzar el vado, y los Nazgûl se detienen en el oeste, temerosos inicialmente de cruzar un río controlado por los Elfos. Pero cuando empiezan a atravesar la corriente, Elrond libera las aguas del Bruinen, que caen como jinetes al galope, arrastrando piedras y rocas, y arrasando a los enemigos.

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